Es hora de dejar de poner toda tu energía en atraer nuevos clientes. Eso es solo la mitad de la batalla. También es necesario dedicar tiempo y esfuerzo a los clientes una vez que los consigues. Descuidar a los clientes que ya tienes por no invertir en la gestión de clientes es perder dinero, y mucho.
Demos un recorrido juntos. Digamos que un parque de diversiones local acaba de cambiar de nombre y abrió al público el último fin de semana. Nunca estuviste allí antes, pero sigues viendo comerciales, emails y publicidades en redes sociales, por lo que decides darle una oportunidad. Mientras caminas desde el estacionamiento hasta la entrada del parque de diversiones, te entusiasmas cada vez más. Sin embargo, cuando estás adentro te das cuenta de que los juegos son muy viejos, que solo hay un puesto de refrescos con oferta limitada y que nadie quiere estar allí. Es entonces cuando decides que esta será la primera y última vez que vas.