LUZ VERDE
PARA CARRETERAS
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La congestión del tráfico es una realidad en las zonas urbanas, desde las atascadas autopistas de Los Ángeles hasta las avenidas llenas de bocinazos del centro de Manhattan, pasando por muchas carreteras y autopistas intermedias.

Los atascos no solo ralentizan nuestros desplazamientos diarios y el ritmo de los negocios, sino que aumentan el riesgo de colisiones y causan estragos en los vecindarios cuando los conductores toman "atajos". Aún más preocupante es el coste humano. Se calcula que 42,795 personas murieron en accidentes de tráfico en 2022, una de las tasas de mortalidad más altas en casi un siglo.¹

Los automovilistas recorrieron 267 mil millones de millas en las carreteras estadounidenses en solo un mes en 2023.² La congestión y el atasco asociados a todos esos kilómetros —y las incontables horas atrapados en el tráfico— repercuten en los trabajadores, los clientes de las empresas y los visitantes a una zona.

Para hacer frente a este reto, administraciones locales y líderes del sector privado están estudiando la posibilidad de coordinar sus esfuerzos para mejorar la gestión del tráfico. El objetivo: un tráfico más fluido y unas carreteras más seguras.

El Departamento de Transporte calcula que los vehículos recorrerán más de 3 billones de kilómetros en EE.UU. en 2023.⁶ Y con 275 millones de autos y camiones en las carreteras,⁷ se necesitan soluciones innovadoras de gestión del tráfico para aliviar la congestión, evitar accidentes y mejorar la planificación urbana.

Muchas ciudades carecen de datos y analítica en tiempo real que faciliten una gestión eficaz del tráfico. Sin embargo, cada vez hay más pruebas de que pueden lograrse cambios positivos cuando se dispone de las herramientas y tecnologías adecuadas.

Una ciudad de Georgia, por ejemplo, implementó un sistema de gestión del tráfico respaldado por 5G que permite ajustar los semáforos en tiempo real.⁹ El resultado inmediato fue la reducción de los tiempos de viaje, y los responsables municipales expresaron su optimismo ante la posibilidad de que se produzcan otros beneficios. El subdirector de la ciudad, que también es el director de tecnología, dijo que la solución de gestión del tráfico con 5G podría ayudar potencialmente a mejorar la seguridad de peatones y ciclistas, especialmente donde los senderos de usos múltiples de la ciudad se cruzan con las calles.

Otra prueba prometedora: una importante universidad probó semáforos inteligentes en el concurrido barrio de East Liberty, en Pittsburgh. Los semáforos podían comunicarse entre sí y adaptarse a las condiciones del tráfico casi en tiempo real. El resultado fue un 40% de reducción del tiempo de espera de los vehículos, viajes al trabajo un 26% más rápidos y un 21% menos de emisiones.¹⁰

En el futuro, esta información puede ayudar a los urbanistas a decidir dónde construir o ampliar carreteras, autopistas y sistemas de transporte. Pueden centrarse en transformaciones que prometan mejoras significativas en cualquier lugar donde circule un auto, camión, tren o autobús.