Más del 50% del personal de los servicios públicos trabaja en el campo, generalmente haciendo el mantenimiento manual y manejando activos.1 Su trabajo, además de los datos precisos y puntuales que recolectan y analizan, es fundamental para lograr operaciones exitosas y una continuidad comercial.
Sin embargo, a medida que crece la demanda de electricidad, la industria de los servicios públicos debe trabajar con menos trabajadores de campo, un problema exacerbado por la posible jubilación de la mitad de la fuerza laboral en la próxima década.2 Esta situación está cambiando el panorama de las operaciones de los servicios de campo. Como respuesta, los servicios públicos están integrando herramientas digitales modernas cada vez más para optimizar las tareas y proporcionar información vital para el departamento administrativo. Sin embargo, estas herramientas requieren una cobertura de red amplia y confiable.
Un desafío principal: los territorios de los servicios públicos abarcan áreas rurales y remotas con una cobertura irregular y entornos urbanos complejos que llevan a los trabajadores a las alturas en edificios elevados o bajo tierra en sótanos. En estos lugares, puede ser difícil mantener la confiabilidad de la conectividad de los dispositivos.
La conectividad de alta velocidad, ancho de banda amplio y baja latencia que ofrece el 5G puede ser la clave para satisfacer las necesidades actuales y futuras de la transformación digital en los servicios públicos y energéticos.