Los médicos en zonas rurales pueden tener una carga de trabajo incomparable con sus pares de las zonas urbanas. Según un estudio nacional de 2017 realizado por el North Carolina Rural Health Research Program, las zonas rurales solo contaban con una octava parte de especialistas cada 100,000 residentes en comparación con las zonas urbanas.
Los cierres de hospitales de los últimos años podrían haber ampliado esa brecha. Y el desafío acelerado por el COVID-19, aumentando el agotamiento entre los médicos en zonas rurales que ya eran insuficientes.
Sin embargo, ahora existe una solución viable que puede comenzar a reducir la brecha de atención médica entre la zona urbana y la zona rural. La alta velocidad, la baja latencia y la mayor capacidad y confiabilidad del 5G prometen transformar los servicios de atención médica.