A medida que las organizaciones reducen sus necesidades de espacio para oficinas, pueden encontrar significativos ahorros en sus resultados. Según Global Workplace Analyticsiii, las compañías estadounidenses podrían ahorrar entre $525 y $665 mil millones al año gracias a las políticas de trabajo remoto. Los ahorros surgen de una reducción en los costos inmobiliarios, una disminución en el ausentismo y la rotación de personal y un incremento en la productividad.
Con la lucha contra el cambio climático como objetivo siempre presente a nivel de la sala de juntas y de los resultados, las compañías también pueden beneficiarse con las buenas relaciones públicas de una huella de carbono reducida gracias a las políticas de WFX. En algunos casos, en los que estados como Californiaiv tienen mercados con compensaciones de carbono activas, puede haber beneficios financieros reales para las empresas que reduzcan su huella de carbono al tener menos instalaciones y centros de datos.
Menos empleados que dependan de la oficina también significa que los CIO pueden gastar menos de sus presupuestos CapEx (gastos de capital) en tecnologías como actualizaciones de PBX legados, teléfonos de escritorio, puntos de acceso Wi-Fi, equipo de A/V para salas de conferencias y un montón de otros gastos, tales como de asistencia técnica y seguridad asociados con el funcionamiento de un edificio lleno de personas. En lugar de devolver estos fondos a la empresa directamente, estos ahorros se podrán invertir en tecnología tal como enrutadores, tablets, smartphones y laptops compatibles con 5G que los trabajadores remotos necesitan.