El panorama de la educación superior ha cambiado drásticamente desde la aparición del COVID-19. Para el otoño de 2020, 44% de las instituciones de educación superior utilizaba enseñanza completa o principalmente por Internet, 21% utilizaba un modelo híbrido de educación por Internet y presencial y 27% ofrecía enseñanza completa o principalmente presencial.1
Esto significa que cerca de dos tercios, o 65%, de las instituciones de educación superior dependieron únicamente o principalmente de la enseñanza por Internet durante el año pasado, lo que significa que el acceso a conectividad a Internet rápida y confiable y a dispositivos conectados sea un requisito básico para la educación superior.