Los estudiantes de institutos y universidades vuelven a clase en el otoño, pero la educación superior no volverá nunca a la normalidad anterior a la pandemia.
Dieciocho meses de enseñanza a distancia han transformado definitivamente la experiencia de educación superior en formas que la mayoría de los administradores no podrían haber imaginado hace dos años.
La pandemia obligó a institutos y universidades arraigados en tradiciones a hacer cambios. Y, después de una transición algo accidentada, resulta que a todos les gusta.
Una encuesta realizada en la primavera entre más de 1,400 estudiantes universitarios del país demostró que a un 73% le gustaría tomar algunas clases completamente por Internet en el futuro; 68% desearía cursos que combinen enseñanza personalizada y por Internet.1 Y, lo que podría ser más revelador, es que 67% de los encuestados expresó que desean mayor uso de materiales y recursos digitales, incluso en combinación con las clases presenciales.
73%
de los estudiantes universitarios del país desean tomar algunas clases completamente por Internet en el futuro.
No debe sorprendernos que los estudiantes universitarios estén dispuestos a adoptar la tecnología en educación. Casi la mitad de los estudiantes de entre 18 y 29 años dicen que están conectados a Internet "casi constantemente", una proporción que es casi 55% mayor que la del habitante promedio.2 La tecnología permea prácticamente todos los aspectos de las vidas de este grupo etario: hacen streaming de entretenimiento en sus smartphones, siguen los acontecimientos actuales en sus feeds de noticias, pasan rato con sus amigos a través de los medios sociales y cada vez hacen más compras de manera virtual.3
La pandemia obligó a las instituciones de educación superior a ponerse al día con el uso intensivo que ya hacían de la tecnología los estudiantes.
Ha sido una transición compleja.
La transformación ha sido difícil para los estudiantes y para las instituciones de educación superior. Y todavía está lejos de ser completa.
Cuando las clases pasaron a ser por Internet a la fuerza en la primavera de 2020, las primeras reacciones mostraron gran descontento entre los estudiantes. Una encuesta a nivel nacional reveló que mientras que 51% de los estudiantes estaban muy satisfechos con sus cursos antes de que pasaran a ser totalmente por Internet, la cantidad cayó a 19% después de la transición.4
El problema fue que la mayoría de los institutos y universidades siguieron ofreciendo educación pero no se adaptaron a las plataformas de enseñanza por Internet.5
Más del 75% de los estudiantes y 89% de los profesores calificaron la enseñanza por Internet con una A o una B. Por otro lado, las investigaciones identifican importantes desafíos que todavía hay que superar.
No obstante, durante los semestres de verano y otoño, algo ocurrió. Los estudiantes y los profesores se adaptaron. Para la primavera de 2021, los instructores ya estaban aprovechando mejor la tecnología para enseñar e interactuar con sus estudiantes y las clases por Internet se volvieron más interesantes.
Los resultados fueron evidentes: en la primavera, más de 75% de los estudiantes y 89% de los profesores calificaron la enseñanza por Internet con una A o una B6 Curiosamente, los estudiantes dieron más "aes" que los profesores.7
Por otro lado, las investigaciones también identificaron importantes desafíos que todavía hay que superar. Una encuesta a estudiantes realizada en la primavera clasificó los siete principales desafíos relacionados con el aprendizaje por Internet: 1) estrés, 2) problemas de motivación, 3) hacerse el tiempo para realizar el trabajo académico, 4) obtener asistencia de las instituciones educativas, 5) conectividad a Internet, 6) tener un lugar apropiado para trabajar y 7) tener acceso a un dispositivo de aprendizaje, tal como una laptop o tablet.8
Nuestra experiencia significa que podemos ofrecer fácilmente el acceso a banda ancha que es tan esencial para una enseñanza por Internet eficaz.
Las escuelas pueden abordar algunos de estos problemas al replantearse cómo administran las clases, estructuran los encuentros por Internet y las salas de recreo y ajustan las expectativas en relación con la carga de trabajo de los estudiantes. No obstante, la mayoría de los institutos y universidades con presupuestos limitados no tienen los recursos para afrontar varios de los desafíos que se interponen en el camino hacia una experiencia de aprendizaje por Internet exitosa.
Apoyarse en colaboraciones.
Desde que los institutos y universidades adoptaron la enseñanza virtual hace 18 meses, la mayoría ha avanzado tanto como les fue posible por sí solos. Para ofrecer el tipo de experiencia que satisface y excede las expectativas de los estudiantes, las instituciones educativas necesitan ayuda de compañías cuyas operaciones maximizan el valor y el impacto de la tecnología.
Las escuelas, el gobierno, los miembros de servicios de emergencia y otras organizaciones dependen de las comunicaciones siempre activas de
Consideremos una comunicación bilateral confiable como un elemento fundamental del aprendizaje. Según la FCC, 21 millones de habitantes de nuestro país no cuentan con acceso a Internet confiable.9 Un estudio de Microsoft sugiere que la cantidad es aún mayor, con 162 millones de habitantes que no tienen acceso a Internet a velocidades de banda ancha.10
Lo que promete la tecnología: mejoras en educación.
Para la mayoría de las instituciones educativas, la elección no es entre clases presenciales o por Internet. Es si ofrecer lecciones o ejercicios virtuales complementarios a las clases presenciales. El uso inteligente de la tecnología puede complementar de manera rentable la experiencia del aula y del campus, y ayudar a los estudiantes a triunfar.
Por ejemplo, la tecnología de realidad virtual (RV) puede ayudar a desmitificar la ciencia y la ingeniería para los estudiantes universitarios y permitirles explorar nuevos conceptos a su propio ritmo. La tecnología de RV es una alternativa superior a otros enfoques tradicionales porque permite que los estudiantes aprendan las 24 horas del día, los 7 días de la semana y dediquen tanto tiempo como sea necesario a dominar un concepto.
Del mismo modo, crear una opción por Internet para las clases presenciales permite a los estudiantes ir a su propio ritmo en su educación. Incluso los estudiantes inscritos en un curso presencial pueden volver a revisar clases o conceptos para dominarlos completamente.
Reconocemos que las necesidades de los estudiantes varían notablemente. Como
Colaboramos con instituciones para ayudar a las instituciones educativas a redefinir su oferta educativa, y mejorar drásticamente la experiencia de sus estudiantes para ayudarlos a triunfar.
Adaptarse a formas completamente nuevas de enseñar, formar y comunicarse con estudiantes puede parecer abrumador, pero
Para obtener más información sobre cómo estamos aportando a lo que viene en educación superior, visita
3https://www.parcelpending.com/blog/online-shopping-trends-on-college-campuses/
4https://digitalpromise.org/wp-content/uploads/2020/07/ELE_CoBrand_DP_FINAL_3.pdf
6https://universitybusiness.com/online-learning-gets-a-b-grades-from-students-faculty-administrators/
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