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De qué manera transformarán la infraestructura del transporte las redes de próxima generación

Cuando los vehículos autónomos se conecten al Internet de las cosas, nuestras autopistas y ecosistemas de transporte serán transformados a medida que los autos sin conductor comiencen a comunicar, analizar y funcionar por sí mismos.

Autotrader informa que el mercado automotor ya cuenta con varios sistemas de conducción semiautónoma y, si bien hay mucho trabajo por delante antes de que los primeros autos realmente autónomos sean una realidad, la conectividad de próxima generación plantea importantes posibilidades. Las redes móviles de alta velocidad, baja latencia y totalmente confiables serán probablemente la piedra angular de un pujante ecosistema de transporte, ya que se espera que transmitan rápidamente datos a los vehículos sin conductor para evitar accidentes, optimizar la seguridad, mejorar la eficiencia y más.

Plazos realistas.

Cuando se trata de autos totalmente autónomos, Adrian Pearmine, director nacional para ciudades inteligentes y vehículos conectados en DKS Associates, a menudo se encuentra con la pregunta "¿Cuándo?"

Pero para Pearmine, que ha pasado más de 20 años diseñando e implementando tecnología y soluciones de comunicación para la industria del transporte, la pregunta a considerar es otra: ¿cuándo pasará la industria de la fase de pruebas a la de la implementación a mayor escala?

"Ya hemos visto vehículos autónomos desplazándose por el Área de la Bahía", explica.

Pearmine cree que, si bien es posible que falten décadas para que veamos autos que puedan desplazarse por ciudades enteras, ciertos avances tangibles son posibles en los próximos cuatro o cinco años. En lugar de ver una transformación que abarque áreas metropolitanas enteras, por ejemplo, podríamos ver secciones de ciudades como Portland o Los Angeles en las que se prioricen los sistemas de vehículos autónomos.

Eliminar los obstáculos en el camino.

Pero no importa que tan inteligente sea el auto, será solo tan avanzado como el ecosistema de tránsito en el que se maneje. Pearmine explica que la infraestructura existente no está diseñada para que los vehículos autónomos se comuniquen e intercambien información de manera fluida. Pero con la conectividad de próxima generación, es probable que los vehículos puedan acceder a información avanzada antes de lo que creíamos posible.

El mapeo GIS y el GPS son funciones del auto que registran exactamente dónde se encuentra un vehículo y, según Pearmine, una serie de sensores de cámara, radar y lidar pueden agregar reconocimiento de la situación para poder analizar el entorno. Ese entorno puede incluir bicicletas, peatones y otros autos, en un ambiente complejo y en constante cambio.

Si bien estos sensores hacen que el auto sea más inteligente, más seguro y más eficiente, Pearmine explica sus límites: todavía no son capaces de permitir que el vehículo vea lo que hay a la vuelta de la esquina o más adelante, ya sea un camión de bomberos unas cuadras más adelante, peatones en la próxima intersección o hielo en el camino a cierta distancia.

Con 5G, sin embargo, puede haber una respuesta. "Todos estos son escenarios que la computador de un auto puede procesar si está totalmente conectado", añade Pearmine. "Por eso la necesidad de conectarlo a una red móvil más rápida para ampliar todos los sensores y demás funciones autónomas".

Sistemas más inteligentes.

Con las redes móviles de próxima generación ya implementadas, los vehículos autónomos representan solo un segmento de la infraestructura de transporte inteligente. Considera el papel que podrían jugar las señales de tránsito inteligentes. Por ejemplo, hoy en día, la cámara de un auto puede procesar una señal de tránsito común y determinar los siguientes movimientos según el color de la señal. Pero mañana, quizás sea posible que una señal de tránsito inteligente transmita información al auto en tiempo real, mucho antes de que este llegue a la intersección.

"Las otras partes de las intersecciones inteligentes son las microondas y el análisis de video para determinar si hay peatones en el cruce peatonal", añade Pearmine. "No es necesario que el peatón esté conectado, pero se lo puede detectar de forma pasiva". 

Además, la intersección inteligente puede transmitir información a otros autos. Por ejemplo, la red de un vehículo conectado puede enviar una variedad de información a otros vehículos cercanos: un auto está por doblar a la derecha, su luz de giro derecha está encendida y está en el carril derecho.

En este caso, lo más importante es la información que se beneficia de otros conductores, peatones y vehículos autónomos en el área, información que podría llegar a evitar un choque y salvar vidas.

La seguridad primero.

La seguridad ya es una de las principales inquietudes con el surgimiento de los vehículos semiautónomos. Pearmine menciona uno de los elementos fundamentales de los esfuerzos de seguridad de la industria automotriz: el Mensaje de seguridad básico del Departamento de Transporte. El protocolo proporciona información a aplicaciones de seguridad y detalla datos de los vehículos conectados, como por ejemplo, tamaño del vehículo, posición, velocidad, dirección, aceleración y estado del sistema de frenos.

Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, 29 estados han promulgados leyes relacionadas con los vehículos autoguiados en carreteras estatales. Se espera que más estados sigan esta tendencia, especialmente en la medida en que el Departamento de Transporte limite el control federal de los vehículos autónomos

A medida que se produzcan cambios y los estados reaccionen a ellos, lo que podemos encontrar es una mezcla de vehículos autónomos, semiautónomos y conducidos por humanos. Las redes sólidas con cobertura 5G generalizada únicamente acelerarán el proceso. Muy pronto, podremos concentrarnos en nuestra lista de tareas pendientes en el asiento trasero mientras nuestro auto nos lleva a la oficina.

Pero en definitiva, para Pearmine, todo tiene que ver con la seguridad, la motivación detrás de su constante trabajo en el campo. "Existe la idea de que los autos son más seguros cuando es una persona la que conduce y toma las decisiones", sostiene. "Pero sencillamente no es verdad".

Publicado originalmente en Forbes.com.

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