En la era de Internet de las cosas (IoT), los agricultores se enfrentan a un pronóstico prometedor al integrar esta tecnología emergente en sus empresas. Si bien la evolución de la agricultura puede parecer más lenta que la de otras industrias, muchos agricultores están adoptando innovaciones que incluyen wearables para vacas y algoritmos de aprendizaje automático basados en inteligencia artificial (IA) para obtener información sobre los patrones climáticos, el rendimiento de los cultivos, el estado del suelo y mucho más.
Sin embargo, se interpone un gran obstáculo en el camino de los agricultores tecnológicamente avanzados: la accesibilidad. Las granjas de las zonas rurales que se encuentran fuera del alcance de la red de alta velocidad tienen dificultades para usar las plataformas de IoT disponibles para la agricultura. ¿Una predicción prometedora? Las redes móviles del futuro podrían favorecer la innovación, independientemente de donde se encuentren los agricultores.
Según John Kelly, director de innovación de la incubadora de biociencias BioEnterprise de Ohio, las redes móviles de alta velocidad beneficiarán a todo tipo de agricultores, incluso a aquellos que ya tienen acceso a una conectividad a Internet potente.
"Estamos viendo tecnologías diferentes", dice. "Ya sea un tambo, un criadero de aves de corral o cerdos, una granja de cereales o un invernadero, se pueden usar los diferentes tipos de tecnología de IoT".
Kelly menciona una tecnología de sensores que identifica el tipo de suelo y mide la humedad y la consistencia. "Permite un uso mucho más preciso de los fertilizantes", explica. "Es posible que algunas áreas no necesiten fertilizantes, mientras que otras requieran un poco más".
Y como los sensores y otros avances de vanguardia proporcionan datos más completos, según Kelly, los agricultores podrían ver más posibilidades de obtener información en tiempo real y optimización en sus negocios: "Puedes ser muy preciso en lo que respeta al campo". La información y los sensores más efectivos podrían proporcionar una mayor eficiencia en el crecimiento de los cultivos con mejores resultados para los agricultores e incluso beneficios ambientales sustanciales al evitar el uso excesivo de fertilizantes.