El debate sobre el futuro del trabajo se ha centrado principalmente en el trabajo remoto frente al trabajo en la oficina. Pero, en realidad, muchas empresas terminan decantándose por un punto intermedio. En pocas palabras, el trabajo se ha vuelto móvil.
Oficinas en casa, cafeterías, aeropuertos o en el auto esperando para recoger a un niño de la escuela: todos son lugares donde podrías estar explorando un nuevo cliente, trabajando en una presentación o revisando tus emails. Al mismo tiempo, muchos de nosotros seguimos desplazándonos a la oficina algunos días a la semana.
De hecho, el 52% de los empleados con capacidad remota del país trabajan en un entorno híbrido, según un estudio de Gallup. Este rápido cambio en cómo y dónde trabajamos significa que las empresas deben reevaluar sus controles y políticas de seguridad de datos empresariales para garantizar la seguridad del trabajo remoto.