Los empleados del sector sanitario se relacionan digitalmente con los pacientes todos los días. Muchos profesionales y empleados desearían poder comunicarse rápidamente a través de dispositivos móviles, pero los complejos requisitos, como el cumplimiento de las leyes HIPAA y HITECH, a menudo les impiden hacerlo.
Algunas organizaciones añaden políticas de cumplimiento y gestión de riesgos a una complicada pila tecnológica, mientras que otras pueden tratar de gestionar únicamente mediante políticas, prohibiendo ciertos comportamientos comunes como el envío de mensajes de texto o el uso de apps de terceros. Los empleados no quieren tener que lidiar con sistemas de comunicaciones difíciles de manejar o tradicionalmente lentos en el sector de la salud, sobre todo cuando están fuera. Pero es casi imposible controlar el comportamiento de los empleados, detectar todos los errores y mantenerse al día con las cambiantes necesidades normativas.