Cómo los dispositivos wearable pueden aumentar la seguridad desde el lugar de trabajo hasta la fábrica.

Es un día de verano sofocante en el muelle de carga de una fábrica. Un capataz que supervisa la descarga de un envío de piezas clave recibe una alerta en su reloj inteligente. En base a su temperatura corporal, otras constantes vitales y la previsión meteorológica de la tarde, la alerta le recomienda que se tome inmediatamente un descanso y se hidrate. El encargado de seguridad del capataz recibe la misma alerta y envía un mensaje de texto al equipo para confirmar que deben tomarse un descanso.

Esta alerta de descanso ejemplifica las nuevas prácticas de seguridad en toda la industria manufacturera. Numerosos tipos de dispositivos wearable para la construcción conectados a través de redes inalámbricas (desde cascos, cinturones, botas, chalecos, relojes y pulseras hasta parches que se adhieren al brazo) ofrecen enfoques innovadores para mejorar la seguridad de los trabajadores.

Los beneficios potenciales son enormes. En la industria manufacturera, la seguridad es primordial porque abundan los peligros como las lesiones por maquinaria pesada, las caídas y las decisiones relacionadas con el agotamiento. La tecnología de seguridad wearable puede proporcionar una primera línea de defensa para mantener la seguridad de los trabajadores.

Los dispositivos de seguridad personal wearable no son solo el futuro: ya están en acción en una variedad de entornos de trabajo. Una encuesta realizada por la Cámara de Comercio de EE.UU. entre contratistas de la construcción comercial reveló que el 83% de los encuestados espera que los dispositivos wearable para la construcción mejoren la seguridad en el lugar de trabajo. Un estudio de Gartner predice que el gasto anual en todo el mundo en relojes inteligentes, pulseras, dispositivos para llevar en la oreja, parches inteligentes, ropa inteligente y otros wearables ascenderá a unos $94 mil millones en 2022, más del doble de los $46 mil millones que se gastaron en estos artículos en 2019.

Los sensores en el interior de los wearables para la construcción pueden seguir las constantes vitales, como la presión arterial, la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal. Pueden controlar la temperatura ambiente y la calidad del aire, detectar la fatiga y el microsueño, detectar las caídas y permitir una comunicación segura con manos libres. Estos sensores también pueden transmitir datos de salud en tiempo real a un encargado de seguridad que supervise a los trabajadores para detectar sobreesfuerzos u otras condiciones de salud peligrosas

Los wearables de seguridad pueden enviar notificaciones en tiempo real a los trabajadores sobre su estado de salud o riesgos inminentes. Por ejemplo, pueden funcionar en conjunto con el geoperimetraje, una tecnología que utiliza los sistemas de posicionamiento global (GPS) para alertar a los trabajadores cuando cruzan un límite virtual en áreas peligrosas restringidas. Estos dispositivos pueden incluso ponerse en contacto con los servicios de emergencia cuando se produce una caída u otro accidente.

Aunque esta tecnología tiene un valor incalculable para promover la seguridad de los empleados, nada de ello es posible sin una conexión confiable. Cualquier pérdida de conexión puede provocar una lesión o, en situaciones peligrosas, incluso una muerte. Las redes rápidas y confiables facilitan los beneficios de la tecnología de seguridad wearable, ya que proporcionan una alta velocidad de transferencia de datos y minimizan los fallos de conectividad (baja latencia). Las obras conectadas, con cientos de trabajadores equipados con wearables, son una de las formas más avanzadas que tienen los encargados de optimizar la seguridad en proyectos grandes que no pueden permitirse retrasos.

Los dispositivos de seguridad wearable pueden mejorar cualquier sector que deba protegerse de los riesgos en el trabajo. Un producto de bota inteligente, destinado a lugares como instalaciones de fabricación y almacenes, hace un seguimiento de los pasos, los ascensos y las velocidades para identificar las tareas inseguras o ineficaces. La bota puede conectarse con montacargas, camiones y otros vehículos para evitar colisiones.

Muchos wearables no solo recopilan información, sino que también aplican análisis predictivos a esos datos para obtener una visión más profunda. Un casco inteligente utiliza sensores basados en la tecnología médica de electroencefalografía (EEG) para rastrear las ondas cerebrales y determinar el estado de alerta y la fatiga, y enviar alarmas cuando los trabajadores están en riesgo.

Otro ejemplo es un parche inteligente que rastrea y analiza el ritmo cardíaco, la actividad física, la temperatura de la piel y la temperatura ambiente para predecir la temperatura corporal central, y envía alertas a los trabajadores y supervisores cuando la temperatura central se acerca a niveles inseguros. También permite a los encargados de seguridad agregar datos y comprender las tendencias generales de seguridad en la fuerza de trabajo.

Los dispositivos de seguridad personal wearable también protegen a los trabajadores de cosas que no pueden ver. Por ejemplo, los sensores de detección de gases pueden medir en tiempo real los niveles de numerosos gases peligrosos, como el monóxido de carbono y el amoníaco, y alertar a los trabajadores y a los encargados de seguridad cuando los niveles de exposición son inseguros. Estos dispositivos pueden salvar vidas en una amplia gama de sectores, como la fabricación, el transporte y la logística, entre otras.

Un dispositivo de detección de gases se sujeta a un cinturón o a un bolsillo de pecho y detecta cuando el trabajador no está en movimiento y puede haberse visto afectado por la exposición al gas. Incluye capacidades GPS que guían a los servicios de emergencia hasta la ubicación del trabajador o inician la evacuación en caso de una fuga de gas importante.

Cuando se trata de reducir las lesiones y las muertes con wearables de seguridad, es fundamental contar con una red móvil confiable.

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