Antes de convertirse en sheriff, Colston fue ayudante jefe del sheriff, puesto en el que pudo apreciar la utilidad de su smartphone. Después de leer sobre un programa piloto del Departamento de Policía de Chicago (CPD) que utilizaba smartphones para la informatización de los vehículos, pensó que podía potenciar aún más la utilidad de los smartphones aprovechando la tecnología móvil rentable como multiplicador de fuerza. Finalmente, con la ayuda de un subsidio en bloque para las fuerzas del orden público locales, Colston llevó al condado de Monroe la misma infraestructura móvil que utilizaba el CPD: smartphones Samsung vinculados con estaciones de trabajo DeX.
Con los nuevos dispositivos, el departamento de Colston se convirtió en el primer de fuerzas del orden público del país en utilizar un smartphone como dispositivo informático principal en los patrulleros, las operaciones sobre el terreno y la oficina. Los dispositivos pueden reunir pruebas fotográficas y actuar como cámaras corporales, al tiempo que conservan todas la funcionalidad de un smartphone. Gracias a Samsung DeX, el smartphone puede acoplarse a una pantalla táctil más grande y a un teclado, lo que equivale a una computadora de a bordo o de escritorio. Los agentes pueden utilizar sus teléfonos sin problemas en cualquier entorno de trabajo, ya sea en un vehículo, en la calle o en la oficina. Esta movilidad ayuda a los agentes a recabar, compartir, acceder y analizar información de misión crítica; a comunicarse entre sí, con sus superiores y con otros organismos; y a mantener un mayor conocimiento de la situación.