La escasez de mano de obra está obligando a las empresas a pensar en cómo realizar las tareas fundamentales de otra forma. A mediados de 2023, aunque cada desempleado en EE. UU. ocupara un puesto de trabajo, todavía habría 4.1 millones de vacantes.1 Un titular lo describió como, "la eterna escasez de mano de obra".2
¿Quién se lleva la peor parte de esta situación? El trabajo suele recaer en el personal existente, a quien se le pide que haga más. Y cuando demasiadas de esas tareas son repetitivas, como mover inventario, empujar carros o entregar suministros, los empleados se apartan de funciones de mayor valor que podrían desempeñar.