9 formas en que los sensores con capacidad para IoT pueden aumentar tu eficiencia.

Para los líderes tecnológicos y empresariales, el Internet de la Cosas (IoT) es prácticamente imposible de ignorar. Cada vez hay más ciudades, edificios, fábricas y hogares inteligentes y todos funcionan gracias a este sistema de dispositivos interconectados.

Los avances en tecnologías de bajo consumo energético y en estándares de red como IoT de banda estrecha (NB-IoT), el primer estándar de tecnología de radio LPWAN 3GPP exclusivo para IoT, son los que impulsan esta evolución y proporcionan ventajas escalables para empresas de cualquier tamaño.

Los sensores inteligentes para IoT de hoy en día recopilan información con mayor velocidad y exactitud que nunca antes. Las empresas pueden usarlos para completar tareas que antes requerían trabajo manual, y eso es solo el comienzo. Los datos en tiempo real y perspectivas que ofrecen estos sensores pueden ayudar a los directivos a tomar decisiones informadas que afectan todas las áreas de sus empresas.

Aquí presentamos nueve casos de uso de sensores inteligentes que las empresas pueden aprovechar para tomar decisiones más informadas e incrementar su eficiencia.

Técnicamente, los sensores han estado midiendo temperaturas de máquinas desde que se inventó el refrigerador. Pero hoy en día, los sensores inteligentes están llegando a muchos tipos diferentes de maquinarias.

En entornos industriales, mantener una temperatura óptima reduce los problemas de mantenimiento y los costosos períodos de inactividad. Los sensores compatibles con IoT pueden alertar a los operadores sobre condiciones que no son óptimas o activar apagados de emergencia para evitar problemas de calidad o seguridad.

Otros usos útiles incluyen medir la temperatura del suelo con fines agrícolas así como el monitoreo de alimentos y productos farmacéuticos para ayudar a evitar que se estropeen durante el transporte. Por ejemplo, los administradores de cadenas de frío pueden evitar el deterioro al usar los datos de los sensores inteligentes para evitar que la temperatura aumente o disminuya por encima o por debajo de ciertos umbrales predefinidos.

Estos sensores conectados también pueden usarse para monitorear y controlar de forma remota los sistemas de aire acondicionado de hogares, edificios y otras instalaciones, para ayudar a las empresas a ahorrar dinero y reducir su huella de carbono. Además, la información provista por los sensores puede eliminar la necesidad de controles en persona, lo que aumentaría tanto la exactitud como la eficiencia.

Los sistemas usados en los sectores manufactureros, de la salud, de productos farmacéuticos, petróleo y gas, transportes y otros, dependen de condiciones de funcionamiento óptimas. Si bien la temperatura es una prioridad, uno de los factores más importantes que determinan cómo funciona la maquinaria es la cantidad de vapor de agua en el aire. Esto se debe a que demasiada humedad puede generar condensación o moho, que puede ser tan malo para las máquinas como lo es para las personas.

Los sensores inteligentes con capacidad IoT que detectan la humedad pueden ayudar a los usuarios a controlar los entornos y hacer cambios de inmediato cuando sea necesario, para reducir la necesidad de reparaciones y reemplazos.

Además, estos sensores también pueden ayudar en el sector agrícola, al proporcionar al agricultor datos en tiempo real acerca de los niveles de humedad del suelo. Al usar información para garantizar que los cultivos obtengan la cantidad de agua correcta, los agricultores pueden ahorrar dinero y producir mejores cosechas la mismo tiempo. Un beneficio extra: estos sensores también pueden aprovechar la información del pronóstico meteorológico para activar los sistemas de riego automáticamente en el momento adecuado.

Los sensores de proximidad detectan la presencia o ausencia de objetos cercanos. A menudo los encontramos en los modelos de autos más nuevos, que pueden detectar a otros vehículos u objetos con los que podrías chocar. También ayudan a mantener tu teléfono móvil bloqueado cuando la pantalla táctil está cerca de tu oído.

Los tipos de sensores de proximidad incluyen sensores inductivos, que detectan la presencia de objetos metálicos; sensores capacitivos, que detectan objetos no metálicos; y sensores magnéticos, fotoeléctricos y ultrasónicos, que detectan todo tipo de cosas.

Los sensores de proximidad son útiles para saber qué tan cerca está algo, qué tan lleno o qué tan rápido se está moviendo. Los comerciantes minoristas pueden usar estos sensores para detectar si un cliente está cerca de un producto y enviarle notificaciones acerca de ofertas o nuevos productos a su dispositivo móvil. Esto puede ayudar a las empresas a llegar a los clientes indicados en ubicaciones ideales al agilizar los esfuerzos de comercialización física y digital.

Empresas de diferentes sectores también pueden usar estos tipos de sensores para mejorar la experiencia de clientes y empleados, por ejemplo, al ofrecer a los usuarios información sobre disponibilidad de espacios de estacionamiento o existencias de productos.

Los sensores inteligentes conectados pueden monitorear la calidad del agua en diferentes circunstancias, lo que resulta crítico para sectores como la seguridad pública y en sistemas industriales que dependen del agua. Entre los tipos más comunes de sensores de agua se encuentran los que miden el nivel de cloro, carbono orgánico, sólidos en suspensión, conductividad, pH y reacciones de oxidación-reducción.

Estos sensores pueden monitorear de manera remota el agua usada para producción agrícola, agua potable para comunidades, el cultivo de plantas acuáticas y peces y la pérdida de agua debido a cañerías defectuosas. Por ejemplo, el mismo agricultor que mencionamos antes, podría usar estos sensores para asegurarse de que los cultivos reciban agua que cumpla con las normas de calidad.

Por otro lado, las compañías que fabrican equipos eléctricos también pueden usar estos sensores para ayudar a los propietarios a encontrar formas más eficientes para la producción de chips, que es un proceso que requiere grandes cantidades de agua limpia.

Algunos detectores de humo existen desde los años 1900, pero los sensores de IoT amplían esta funcionalidad básica a otras aplicaciones. No solo detectan la presencia de humo, sino que también proporcionan un monitoreo basado en umbrales, para alertar a los usuarios cuando la cantidad de humo presente excede los límites aceptables.

Esto es importante en sectores en los que las personas trabajan en entornos de alto reisgo, como por ejemplo, plantas de producción con equipos que podrían fallar si hay demasiado humo. Los administradores pueden recibir alertas y hacer los ajustes necesarios para evitar fallas, lo que podría ahorrarles miles de dólares en reparaciones.

Algunos de estos sensores también detectan gases y llamas. Los sensores de gases están diseñados específicamente para monitorear cambios en la calidad del aire y detectar la presencia de gases que podrían ser tóxicos o inflamables, para ayudar a las empresas a proteger sus productos y al público en general. Las industrias que podrían beneficiarse de estos sensores incluyen la manufacturera, el sector del petróleo y del gas y la minería.

Los sensores químicos detectan cambios en la composición química del aire y los líquidos que podrían indicar un problema o ser un riesgo para el ambiente local.

Estos sensores conectados son particularmente útiles en el sector público, porque pueden alertar de manera remota a las autoridades de seguridad pública en caso de presencia de toxinas en las reservas de agua o de contaminantes del aire. Las autoridades pueden usar esta información para tomar decisiones proactivas y corregir desequilibrios según sea necesario.

Las plantas químicas e instalaciones de tratamiento de residuos peligrosos también pueden usar estos sensores para ayudar a mantener condiciones óptimas y seguras, y evitar costosas emergencias.

Las empresas de muchos sectores pueden aprovechar estos sensores con capacidad para IoT para detectar una variedad de movimientos, lo que los ayudaría a "ver" sus recursos desde prácticamente cualquier lugar. Estos sensores utilizan tecnología ultrasónica, de microondas y de infrarrojo pasivo para detectar el movimiento físico y transmitir datos acerca de la naturaleza del movimiento a los usuarios, como por ejemplo, personal de seguridad.

Empresas de todos los tamaños pueden utilizar sensores de movimiento para detectar si hay movimiento en áreas restringidas en tiempo real. También pueden usarse para alertas al personal en caso de que se requiera asistencia, lo que puede llevar a encontrar nuevas prácticas más eficientes de seguridad y servicio al cliente.

Otro caso de uso es el envío de equipamiento de gran valor y entregas sujetas a plazos, como por ejemplo, donaciones de órganos. Estos sensores pueden ayudar a los empleados a detectar cuánto tiempo permanece inactivo un objeto y pueden enviar alertas cuando el objeto se mueva, para ayudar a evitar pérdidas y daños.

Los sensores inteligentes que miden el nivel o la cantidad de fluidos en un sistema abierto o cerrado se pueden usar para medir de manera remota los niveles de combustible, con aplicaciones en los sectores del gas y el petróleo, la industria manufacturera, el procesamiento de alimentos, la salud y los gobiernos municipales. Casi cualquier industria que utilice materiales líquidos y necesite hacer un seguimiento de los niveles de los mismos puede beneficiarse de estos sensores.

Al compartir información a través de conexiones móviles, estos sensores inteligentes pueden ayudar a empleados remotos a comprender exactamente qué cantidad de líquido hay en cierta ubicación, consultar las existencias de fluidos para la venta, realizar mantenimiento de equipos y más. Y, al ofrecer información sobre ubicaciones adonde no llegan las conexiones cableadas, estos sensores compatibles con IoT pueden ayudar a las empresas a reducir costos a la hora de implementar infraestructura.

Tener mediciones en tiempo real de tanques, tambores y otros contenedores también puede resultar útil para controlar los niveles de combustible de generadores, lo que ayudaría a evitar la pérdida de productos perecederos y la interrupción de servicios críticos.

Los sensores ópticos, que miden la cantidad física de los rayos de luz, detectan cambios en la luz. Estos sensores monitorean energía electromagnética y tienen posibilidades de uso en sectores como la minería, el cuidado de la salud, y cualquier tipo de monitoreo ambiental que tenga que ver con la luz.

Como un ejemplo, las compañías de transportes y logística pueden usar estos sensores para detectar la manipulación de paquetes en los envíos, ayudar a proteger activos y evitar pérdidas y daños.

A medida que los avances en conectividad móvil y ancho de banda sigan dando vida a nuevas aplicaciones y casos de uso basados en IoT, los sensores inteligentes podrán monitorear más y más procesos, para seguir reduciendo costos, acelerando procesos de medición y reparaciones y ofreciendo mayor eficiencia a las empresas.