Para dirigir un pequeño negocio se necesitan agallas, mucho trabajo y mucho amor. Pero ¿quién diría que implicaría tanta matemática?
Afortunadamente, no tienes que ser un genio de la matemática para triunfar en los negocios. Si bien para dirigir una empresa en algunas ocasiones hace falta resolver ecuaciones financieras, no son complejas y siempre tienes una calculadora cerca. Aquí te mostramos ocho de las ecuaciones de contabilidad más comunes y cómo resolverlas.
La ecuación de balance general, o la ecuación de contabilidad, es la ecuación más fundamental. Es la base del sistema de contabilidad de partida doble. En su forma más sencilla, muestra lo que tu empresa posee y debe, y la participación que tienes en el negocio. Es así:
Activos totales = pasivos + capital
Los activos son las cosas que tu compañía posee. Los pasivos son las obligaciones que tu compañía debe pagar. Y el capital es el valor de la porción de tu compañía que te pertenece a ti, el propietario. El monto en dólares de los activos debe equivaler a la suma de los pasivos y el capital.
Los ingresos netos, o beneficios netos, hacen referencia al famoso "balance final". (Importante: Los ingresos netos aparecen en la última partida presupuestaria, o la partida final, de la declaración de ingresos de tu compañía). Los ingresos netos son la cantidad de ganancias que le queda a una empresa después de pagar todos los gastos. La ecuación de ingresos netos es la siguiente:
Ingresos netos = ingresos - gastos
Los ingresos son las ventas u otras entradas positivas de efectivo. Los gastos son los costos. En las etapas iniciales de un negocio, la ecuación de los ingresos netos puede demostrar una pérdida neta. Generar rentabilidad o establecer un ingreso neto positivo debería ser el objetivo de todos los pequeños negocios.
El punto de equilibrio es el punto en el cual el costo total para mantener tu empresa en funcionamiento y los ingresos que genera son iguales. En otras palabras, no hay pérdidas o ganancias para tu pequeño negocio porque no está obteniendo beneficios pero tampoco está perdiendo dinero. Es decir, sales sin perder ni ganar.
Calcular tu punto de equilibrio te permite determinar cuánto dinero más necesita generar tu empresa para ser rentable. La ecuación es la siguiente:
Punto de equilibrio = costos fijos / margen de contribución
Los costos fijos son los costos predecibles recurrentes que debes pagar para mantener tu negocio en funcionamiento. El margen de contribución es el beneficio que genera un solo producto o servicio. Para determinar el margen de contribución, resta los costos variables totales por unidad del precio de ventas por unidad y divide por el precio de ventas por unidad. Es así:
Margen de contribución = (precio de ventas por unidad - costos variables totales por unidad) / precio de ventas por unidad
En contabilidad, la prueba ácida o índice de solvencia inmediata es una prueba de liquidez. Mide la capacidad de tu negocio de pagar sus facturas con activos de la empresa que se pueden convertir fácilmente en efectivo. En otras palabras, con qué rapidez tu empresa puede liquidar sus deudas. Es una buena fórmula para tener a mano, particularmente en momentos de incertidumbre económica. La ecuación es la siguiente:
Prueba ácida = (activos corrientes - inventario) / pasivos corrientes
Los activos corrientes incluyen efectivo y equivalentes en efectivo, cuentas por cobrar e inventario en existencias. Los pasivos corrientes son obligaciones financieras que tu empresa le debe a otra parte, como préstamos, cuentas por pagar e impuestos.
Un margen de beneficios es el porcentaje de beneficios que retienes de cada venta o cuántos centavos de beneficios retienes por cada dólar de venta. Comprender tu margen de beneficios puede ayudarte a determinar si tus productos tienen el precio correcto y si tu empresa está generando dinero. Calcular el margen de beneficios te dará un indicio de la situación general de tu negocio. La ecuación es la siguiente:
Margen de beneficios = ingresos netos / ingresos brutos
(Para consultar cómo calcular tus ingresos netos, consulta el punto número 2). Los ingresos brutos o ingresos totales hacen referencia a la suma de todos los recibos de ventas.
Un margen de beneficios bajo también puede indicar que tu inventario está desequilibrado o que tu empresa no está manejando los gastos correctamente. Por el contrario, un margen de beneficios alto generalmente es indicio de una compañía sólida.
La relación de deuda-capital es una relación de solvencia que determina qué nivel de deuda utiliza una empresa para financiar sus operaciones. Por lo general, una relación deuda-capital elevada indica que una empresa ha utilizado la deuda de forma excesiva con fines de desarrollo o que una gran proporción de la financiación de tu compañía proviene de la deuda. Si la relación es elevada, también es posible que sea más difícil conseguir inversores o acreedores. La ecuación es la siguiente:
Relación deuda-capital = pasivos totales / capital total
Los pasivos totales incluyen todos los costos que tu empresa debe pagar a partes externas. El capital total es el monto de dinero que tú como propietario invertiste en el negocio.
Si tu empresa tiene inventario, es importante comprender el costo de los bienes vendidos o COGS, por sus siglas en inglés. El COGS hace referencia al costo de producir un artículo o servicio que vende tu compañía. El COGS puede incluir los materiales utilizados para crear un producto o prestar un servicio, la mano de obra necesaria y los gastos generales directamente relacionados con la producción. La fórmula de COGS es la siguiente:
COGS = inventario inicial + costo de compra de inventario nuevo - inventario final
El inventario inicial hace referencia a la cantidad de inventario que tienes a mano al comienzo del período. El costo de compra de inventario nuevo hace referencia al monto de dinero que tendrás que gastar para producir tus productos o servicios. El inventario final hace referencia al producto restante que tienes al finalizar el período.
Comprender el COGS puede ayudarte a calcular los beneficios de tu empresa y determinar el precio apropiado de un artículo o servicio.
Si tu compañía tiene accionistas, la ecuación de ganancias retenidas determina cuántos ingresos netos te quedan tras pagar los dividendos a los accionistas. Comprender las ganancias retenidas puede ayudarte a tomar decisiones importantes de crecimiento comercial, como reinversiones, la financiación de un producto nuevo o la liquidación de deudas. La ecuación es la siguiente:
Ganancias retenidas = ganancias retenidas iniciales + ingresos netos - dividendos en efectivo
Las ganancias retenidas iniciales son las ganancias retenidas del período contable anterior (la suma de todos los ingresos netos menos los dividendos en efectivo). Los ingresos netos representan el saldo después de restar los gastos de los ingresos. Es importante destacar que los ingresos netos también pueden ser pérdidas netas si tus ingresos netos llegan a un número negativo. Los dividendos en efectivo son pagos en efectivo a aquellos que poseen acciones ordinarias.
Si la matemática no es lo tuyo, no estás solo. La mayoría de los propietarios de pequeños negocios no se sienten totalmente seguros a la hora de manejar cuestiones como la contabilidad y la gestión de finanzas de la empresa. Después de todo, iniciaste tu negocio porque lo dictó tu corazón, no para resolver ecuaciones. Y, si bien estas ecuaciones parecen muy sencillas en la teoría, pueden ser un poco más complejas en la práctica.
Un software de contabilidad automatizado como QuickBooks permite ejecutar informes financieros e introducir las cifras para estas ecuaciones. Una vez que tus transacciones se sincronicen, el software de contabilidad puede hacer todos los cálculos por ti. Y, desde luego, si los números y símbolos te abruman, un contador profesional puede ayudarte.
Recuerda que cuanto más sepas sobre la situación financiera de tu empresa, mejor podrás dirigir tu negocio.
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